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domingo, 2 de enero de 2011

EL COMIENZO DE UN NUEVO AÑO


Estamos comenzado un nuevo año, atrás quedó el año 2010 con sus errores y nos brinda la oportunidad para edificar sobre los aciertos. El futuro se abre ante nuestros ojos con numeros planes y nuevas metas. Que puede impedir que nuestros deseos se conviertan en realidad? Tal vez la crisis que envuelve a todo el planeta? Los constantes mensajes negativos que fluyen del entorno?

Es cierto que la crisis nos afecta a todos y será difícil obtener cualquier deseo personal cuyo origen sea material. Cada uno de nosotros está en la misma situación en la que se encuentran millones de personas con sus respectivos deseos. La naturaleza de los mismos cobra vital importancia. Ya que estos deseos de forma invisible son parte del medio ambiente y ocuparán un espacio hasta que se desintegren. Pero mientras esto no ocurre nos influyen a todos en mayor o menor medida, para mal o para bien. Las emociones y deseos elevados: el amor, el respeto, la solidaridad, el altruismo, la compasión, la empatía, se convierten en energía positiva y bajo su influjo la vida es más agradable y armónica.
Por otro lado, las emociones negativas como el odio, la manipulación, la envidia, el egoísmo, la avaricia, etc., pueden hacer mucho daño. Las emociones pueden ser buenas o malas de acuerdo al propósito o el fin para el que fueron creadas. Ocurre los mismo con los pensamientos que son neutrales, ni buenos ni malos, pero no es así con su propósito. Se le denomina "malos pensamientos" cuando su finalidad es hacer daño o perjudicar a alguien. Por el contrario se dice que son "buenos pensamientos" cuando tienen el fin de ayudar y no perjudican. El valor de los pensamientos no se mide por las impresiones o sensaciones que causan, sino por el resultado final de su aplicación en la vida. Las emociones constituyen junto con los pensamientos el motor de casi todas las actividades humanas. Si el pensamiento es el inicio de todo proceso creativo, la emocion lo envuelve y le presta incentivo y determinación para materializarlo. Una forma de deseo es un envoltorio de emociones que nos incita a actuar y llevar a cabo aquello que representa. Casi todo lo que hacemos se mueve gracias al motor de las emociones o deseos, pocas cosas se hacen sin recurrir a ellos, y de su intervencion al final nos queda el recuerdo y el sentimiento de la acción que realizamos. A veces generamos emociones que dañan a los demás y no somos conscientes de ello. Si pudieramos ver el plano emocional, nos sorprendería ver las formas inarmonicas que puede generar una persona con sus emociones, las cuales podemos captar de forma inconsciente. Pero también se pueden sentir emociones constructivas y bellas hacia otra persona o bien hacia la sociedad en general ya que todos estamos conectados en el plano espiritual. En épocas de crisis como la actual es necesario que nuestros deseos sean de caracter humanitario. Comenzamos un nuevo año y con él la oportunidad de poner en práctica formas de empatía generando deseos de paz y amor universal.