"Con la que está cayendo" es la frase que más repiten en los últimos tiempos los españoles cuando se refieren a la situación económica, social y política por la que atraviesa el país. Y nunca mejor dicho, la actual crisis agudiza las diferencias sociales, "además de una España más empobrecida, emerge un país mucho más desigual", fueron las palabras de un experto economista recientemente publicadas en una columna del diario El País. Pero al parecer, la crisis económica es sólo para algunos, en nuestro país, según informes del banco Credit Suisse, hay 47 mil nuevos millonarios respecto del año pasado. Mientras tanto, más de 3 millones de ciudadanos tienen que "malvivir" con 307 euros al mes, la renta per cápita ha caído cerca del 11% y el gobierno con los recortes pone en peligro el "estado del bienestar". Frente a esta situación tan crítica la mayoría de la población se pregunta:¿cómo haremos para seguir viviendo? Nuestra calidad de vida está amenazada, el desasosiego crece , y esto no es todo, muchas personas comienzan a enfermarse y a medicarse, se sienten deprimidas, nerviosas, ansiosas, alteradas o sufren de insomnio. Estamos pasando por un proceso de eliminar todo aquello que no nos sirve porque al igual que nuestro planeta Tierra estamos viviendo una crisis de identidad a todos los niveles.
UN CAMBIO DE PARADIGMA
En la actualidad la humanidad se encuentra en un punto de evolución en el que ocurrirá un gran cambio. Los viejos hábitos, las viejas creencias y antiguas costumbres deberán dejarse de lado para alcanzar la sabiduría, y así obtener un progreso tanto en el plano físico, mental como espiritual. La sociedad en general y nosotros en particular debemos abandonar el actual paradigma que se basa en pensar que "el ser se corresponde con el tener" porque aquel que se adhiere a esta forma materialista de pensar corre el riesgo de enfermar. La enfermedad es un estado que indica que el individuo en su conciencia ha dejado de estar en orden o armonía, sólo tiene un fin: ayudarnos a subsanar nuestras faltas para gozar de buena salud. De todos modos, llegará el día en que las fijaciones materiales ya no tendrán ningún sentido, puesto que la vida misma será más importante que los bienes materiales.
Desde el punto de vista social el término "paradigma" se utiliza para describir el conjunto de experiencias, creencias, valores que afectan la forma en que un individuo percibe la realidad y la forma en que responde a esa percepción. Thomas Kuhn define el "paradigma" como "una completa constelación de creencias, valores y técnicas, etc, compartidas por los miembros de una determinada comunidad". Los cambios de paradigmas para Kuhn es como una especie de cambio de anteojos, mientras que con unas gafas el mundo nos parecía de un modo particular, bajo el otro par de anteojos (paradigma) la graduación ha cambiado, así como nuestra concepción del mundo.
"La mente que se abre a una idea, jamás volverá a su tamaño original" Albert Einstein
A pesar de que nuestro cerebro fue entrenado para percibir de una determinada manera, la realidad se construye con la mente, ya que tal como dice un principio universal, "todo es mente, el Universo es una creación mental". Todo está en la mente de alguien para luego cobrar vida porque algo que no se pensó no puede llegar a existir. De acuerdo con este principio, el pensar genera formas por lo que debemos tener cuidado con lo que pensamos, hay pensamientos positivos o negativos y ambos son creativos. Con los pensamientos positivos se crean cosas positivas y con los negativos se crea todo lo contrario. Cualquier pensamiento ya sea negativo o positivo es energía que sale de nosotros hacia el mundo exterior para dar forma a lo que hemos pensado. En su camino se une con otros pensamientos similares de otras personas (Ley de Atracción) al unirse con otros pensamientos iguales se fortifica y se vuelve más fuerte, una vez que está suficientemente fuerte, regresa a quien lo creó. Se dice que nos devuelven 3 veces lo que hemos creado, de ahí el refrán " cosechamos, lo que sembramos".Tal vez en algún momento hemos pensado en algo malo o sentido una energía negativa fuerte. Al poco tiempo desaparece y nos olvidamos de ello, pero un día nos sentimos mal, deprimidos, tenemos en la mente algún episodio malo o negativo. Al contrario cuando tenemos pensamientos de bondad y amor hacia el prójimo, cuando nos llenamos de pensamientos positivos y nobles éstos también se proyectan hacia el exterior, se unen a otros pensamientos de naturaleza positiva. Cuando regresan a nosotros nos damos cuenta que se trata de esos momentos en que no sabemos porqué nos sentimos bien, nos levantamos felices, estamos de buen humor, tenemos un golpe de suerte o algo bueno nos sucede.
Nuestros sentidos impiden que nos demos cuenta de muchas cosas, por ejemplo, de las ondas de energía positiva y negativa que expide el cuerpo humano, ya que tiene una frecuencia muy alta que no podemos captar con nuestra actividad sensorial. Podemos estar emitiendo una frecuencia de miles de millones de hercios en pocos segundos, dependiendo de nuestro estado de ánimo, lo cual no es fácil de distinguir a través de nuestros sentidos, pero nos afecta cuando sentimos su radiación.
Cuando pensamos en términos negativos percibimos la realidad como algo tenebroso, incierto, inseguro, como una amenaza que nos obliga a mantenernos siempre a la defensiva. Hay que practicar el pensamiento positivo, porque los pensamientos reiterados desarrollan y fortalecen el sector del cerebro que es responsable de las emociones placenteras y de las sensaciones de felicidad, al igual que practicando ejercicio físico se desarrollan los músculos.
Sólo con un cambio de mentalidad positiva y con inciativas hacia la no-violencia se podrá cambiar el mundo así como elevar la conciencia de la humanidad hacia niveles más altos de vibración.
Por lo cual es importante que no nos dejemos atrapar con historias o titulares negativos porque
ése es el propósito de aquellos que los promueven. Hay que neutralizar las emociones que nos pueden causar estrés, descontento, ira, conflictos inter-personales con los amigos, compañeros, seres queridos, ya que si se disparan una amplia gama de emociones apareceran ante nosotros, frustración, resentimiento, inseguridades, celos. Si las neutralizamos podremos llegar a sentir alegría, paz pero sobre todo poder.
Nuestro medio ambiente está tan intoxicado que es casi imposible escapar. A pesar de ello, muchos de nosotros nos sentimos bien y podemos seguir así ya que creamos lo que producen nuestras células, sin embargo no podremos evitar las situaciones tóxicas, muchos negativos intentarán por todos los medios que bajemos nuestro nivel de frecuencia.
A modo de ejemplo, se puede dar el caso de que las fuerzas negativas decidan darnos un shock con un acontecimiento desvastador, si enfrentamos dicho acontecimiento con emociones tales como odio, culpa, venganza o avaricia, damos comienzo a un ciclo de retroalimentación, en dónde las emociones resultantes son ligeramente golpeadas y enviadas hacia atrás en el tiempo para crear mala suerte. La única forma de romper el ciclo es superándolo al controlar nuestras propias emociones y esperar que las fuerzas negativas se alejen. También podemos pedir ayuda a las fuerzas positivas. Las fuerzas positivas no interfieren en nada a menos que nosotros se lo pidamos, cuando se pide ayuda con amor, sinceridad y conciencia los acontecimientos son puestos en movimiento, y responden a nuestros deseos.
"La realidad es una ilusión, aunque sea persistente" Albert Einstein
Los seres humanos vivimos en la tercera dimensión (3D), es decir en el mundo de la dualidad, una realidad de la conciencia en la cual los hechos se dividen en buenos o malos, hombre o mujer, amigos o enemigos, luz u oscuridad. Sin embargo en este mundo de luz y de oscuridad la sombra es la que define la luz al igual que lo hace en una fotografía. Cualquier mediodía por resplandeciente que sea tiene sus sombras, ya sea bajo los árboles del camino o en las grutas de las montañas, al igual que cada uno de nosotros proyecta su sombra por aquí y por allá.El mundo de la dualidad está representado por el Yin y el Yang, dos fuerzas opuestas que entran permanentemente en conflicto una con otra, conduciendo así a la contradicción y a los cambios perpetuos. Por lo cual no hay valores absolutos sino relativos, uno se puede transformar en el otro y viceversa. En un momento dado, para entender cual puede ser el punto de vista correcto o el incorrecto no debemos confrontarlos desde la perspectiva de los opuestos, sino verlos desde la funcionalidad de que ambos forman parte de un todo, debemos tener siempre presente este todo para determinar cuales argumentos funcionarían en cada caso y cuales no.
Tenemos que reconocer que la Tierra ya está en la 4D y nosotros también. No obstante, a pesar de estar en 4D aún proyectamos normas de la 3D, siendo el 99% de las veces por elección propia. Esto continuará así hasta que la humanidad colectivamente acuerde entrar en la 5D en forma permanente, lo que es probable que ocurrirá dentro de varias décadas. En 4D estamos aprendiendo que sólo somos responsables de los sentimientos o pensamientos que cada uno proyectamos. Es difícil de aceptar esto cuando se trata de miembros de nuestra familia, ya que muchos de nosotros nos sentimos responsables de su bienestar. Pero también somos conscientes de que podemos sentir compasión pero no necesariamente responsabilidad. Si nos sentimos bien estamos en el camino correcto, si nos sentimos mal significa que hemos abandonado nuestro campo de frecuencia.
Nadie dijo que esto sería fácil ya que la realidad es una verdadera lucha por la supervivencia.
Todos queremos que las cosas sucedan con el mínimo de sufrimiento y el mayor beneficio, pero la realidad actual y los hechos ocurridos en la antigüedad demuestran algo diferente. Civilizaciones del pasado que se consideraban invencibles quedaron hechas polvo al perderse en la búsqueda de un materialismo excesivo. Pero no por eso cometeremos los mismos errores, el Universo pone a nuestra disposición un mecanismo muy eficaz para ayudarnos a corregir de manera espontánea nuestras decisiones y está muy relacionado con las sensaciones del cuerpo.
Antes de tomar una decisión debemos atender las señales de nuestro cuerpo, si el cuerpo nos envía un mensaje de bienestar, entonces ésa es la decisión correcta. La mayoría de las personas reciben ese mensaje en el corazón porque sólo él conoce la respuesta correcta. Mientras el corazón es la brújula que nos indica el camino, el intelecto es la linterna que lo muestra y lo hace visible.