Mientras disfrutamos de las fiestas navideñas una frase de Einstein hace que nos preguntemos: - por qué la situación de conflicto en Cataluña nos afecta más de lo debido si el científico dijo que "la realidad" es una" ilusión... aunque agregó, ... bastante persistente"?. Nos esforzamos por entender y encontrarle sentido al modo en que nuestra vida cotidiana se ve alterada por circunstancias absurdas y contradictorias que pese a no llevarnos a ninguna parte es el tema del momento ya que no se habla de otra cosa, en la calle en la prensa, en el Parlamento, en casa: Cataluña se quiere independizar de España. Sin embargo hay un gran colectivo humano muy afectado por esta situación, que lejos de haberse convertido en protagonista es un mero espectador. La sociedad catalana está polarizada y hay un sector más activo que promueve el conflicto. Una vez más la confrontación de los opuestos ponen a prueba la capacidad que posee el ser humano para enfrentarse a sí mismo en la búsqueda de una solución intermedia.

Un año después del referéndum ilegal del 1 de octubre en Cataluña la mitad del gobierno que promovió la consulta ilegal está huido, la otra mitad en prisión preventiva y la sociedad catalana sigue dividida.
Si es verdad que la "estrategia de divide y vencerás" forma parte de la naturaleza humana podemos afirmar que en esta zona del planeta dicha estrategia funciona a tope y su esencia está a pleno rendimiento.
Ante la necesidad de comprender ese afán por parte de un sector de la sociedad de dividir, separar, diferenciar, hemos planteado la siguiente pregunta a la que intentaremos dar una respuesta desde nuestro punto de vista.
¿los seres humanos somos de naturaleza conflictiva?
A lo largo de nuestra vida oscilamos entre dos estados de conciencia: el odio y el amor. Provocamos guerras, somos envidiosos, competimos entre nosotros, siempre susceptibles de enfadarnos o estar rabiosos, demasiado propensos a discutir, con tendencia a confundirnos cuando nos comunicamos e interpretamos las palabras de los demás. Por otra parte nos falta tiempo para hacer el amor y la empatía es un sentimiento más bien escaso en estos tiempos.
Durante los últimos dos mil años la vibración masculina es la que gobierna todo el planeta, como resultado funcionamos con un pensamiento lineal en oposición al cíclico, reforzando el concepto de "no hay nada que esté realmente unido". Con frecuencia las partes prefieren estar separadas ya que les hace sentirse más poderosas. El tiempo les demostrará que ese concepto es falso, que forma parte de una "realidad ilusoria" porque las leyes de la naturaleza demuestran que el tiempo es cíclico. Prueba de ello, cuando el sol se encuentra en su punto más alto debe declinar, la luna una vez llena comienza a decrecer, y estando vacía vuelve a aumentar. Al florecimiento le sigue la decadencia, todas las cosas están sujetas al cambio y se hallan relacionadas entre sí, es una ley que rige sobre la Tierra.
Nuestra vida se desarrolla en un campo de dualidad donde hay opuestos, polaridades, bien y mal, blanco y negro, positivo y negativo, luz y oscuridad, un extremo no puede existir sin el otro.
Durante el día hay más luz que oscuridad pero sin embargo ésta sigue existiendo aunque haya luz, en la sombra de los árboles y en la sombra que nosotros mismos proyectamos.
Durante la noche sucede lo contrario hay mayor cantidad de oscuridad pero así y todo aún sigue existiendo la luz, la luz de la luna, de las estrellas o la luz artificial. Vemos entonces que durante el día no existe la luz absoluta y durante la noche no existe oscuridad absoluta sino que los dos polos opuestos siguen existiendo uno dentro del otro, pero en menor cantidad. Una vez más de la noche pasamos en forma gradual al día.
Debemos tener claro que cuando optemos por adoptar una polaridad inmediatamente surgirá por defecto la presencia de su contra parte.
Todos los seres humanos tenemos a nuestro alcance la capacidad de ejercer el libre albedrío, para resolver un conflicto podemos actuar a través del odio o del amor. Si elegimos enfocarnos en el miedo y en el odio cambiamos nuestra vibración, asumiendo la polaridad negativa, y se vuelcan enzimas tóxicas en el corriente sanguíneo, es como si un veneno comenzara a transformar nuestro sistema nervioso, el sistema inmune, los órganos vitales y el sistema glandular de nuestro cuerpo. Si por el contrario nos decidiéramos por amar se fortalecería la vibración positiva, formando un campo de protección y brotarían flores a nuestro alrededor . El amor es portador de una nueva vida, el odio en cambio trae consigo una muerte lenta pero segura.
A pesar de conocer las consecuencias que conlleva adoptar una conducta negativa igualmente se ponen de manifiesto tipos de acciones que producen daño, dolor, angustia a las personas. No hay interés en promover el espíritu de unidad y por eso cada vez se producen más separaciones, somos menos tolerantes y nos sentimos más solos.
Tener razón no es lo mismo que ser justo. Cuando ambas partes sienten que tienen razón, pelean tanto por ganar que la energía negativa los penetra, crece como una bola de nieve, atraen hacia si mismos más y más de esta energía que eventualmente les conduce a la destrucción de sus vidas. No decimos que lo más correcto es huir de la confrontación. Consideramos que una de las lecciones más importantes de la dualidad es aprender a manejar lo negativo sin convertirse en su objetivo. Hay que evitar por todos los medios que el fin de una relación se transforme en odio porque a veces el drama que se vive con esa experiencia actúa como trampolín hacia la renovación aunque no se sienta así en el momento del dolor. Tanto si el conflicto de separación se está refiriendo a una región como en nuestro caso o a una pareja, todas las partes que intervienen quedan seriamente dañadas al igual que los demás afectados ya sean los hijos o la población civil, los cuales se ven envueltos en un juego cruzado de odio, no se sienten seguros de a quien deberían amar, y terminan profundamente traumatizados por la experiencia.
En una separación como en cualquier evento definitorio de nuestra vida debemos proceder de forma civilizada tomando en cuenta todos los detalles y a todas las personas involucradas para no causar daños irreparables.
De lo contrario, tanto los hijos que tienen en común a una pareja que se plantea separarse o la población civil de una región que intenta separarse del Estado, no pueden ser utilizados como un objeto o una moneda de cambio por los padres o por los políticos que le representan, para presionar, manipular, ejercer chantaje, perturbando y dañando seriamente sus vidas.
Está más que comprobado, que toda la energía negativa que se emite regresa a su fuente de emisión, no es cuestión de quien tenía razón o quien estaba equivocado si no más bien que energía fue proyectada. Toda causa tiene su efecto y todo efecto tiene su causa. Si le hacemos daño a una persona el daño que le hagamos volverá a nosotros así como el bien que le hagamos también volverá.
Por otra parte, ese reclamo hecho a como tenga lugar de la "territorialidad" y el "deseo de poder" son manifestaciones de un comportamiento humano propio de un cerebro reptil que es nuestro cerebro básico, más primitivo y territorial, y en el conflicto que se está viviendo es quien ejerce el absoluto control. Cabe recordar que durante nuestra evolución el cerebro reptiliano no fue anulado porque se añadieron 2 cerebros más a modo de capas una encima de la otra.
El tipo de situación que estamos viviendo denota que el sector de la población que promueve el conflicto por la cuestión del territorio está bajo el control de dicho cerebro porque se dejan llevar por el instinto y no por el razonamiento.
Si divides vencerás
Se trata de la ya conocida estratégia, en relación a este tema los sindicatos a lo largo de todos los tiempos levantaron una consigna que hoy cobra actualidad "la unión hace la fuerza". Por su experiencia los trabajadores saben que solos no pueden obtener mejoras en su calidad de vida solo cuando luchan unidos y organizados tienen la fuerza necesaria, para ello se crearon los sindicatos, porque ésa sigue siendo su razón de ser.
Con la Constitución de 1978 Cataluña se conformó en Comunidad Autónoma y decidió cual iba a ser su relación con España. El representante de Cataluña que aprobó el texto de la Constitución luego votada por los españoles fue Jordi Pujol, que actuó como Presidente de la Generalitat durante 23 años, (1980 a 2003). En estos últimos años quedó comprobado que la corrupción en nuestro país no es algo que atañe solo a los grandes partidos PP y PSOE, los gobiernos nacionalistas regionales también tienen comportamientos deshonestos. Hay quienes aseguran que uno de los motivos claves por los que los partidos nacionalistas catalanes quieren la independencia es precisamente para evitar enfrentarse a la lenta pero poderosa maquinaria judicial española y existen sospechas a cerca de la metamorfosis realizada por Convergencia Democrática de Cataluña al convertirse en PDeCAT. Tampoco se debe olvidar que aún no ha concluído la investigación sobre el oscuro origen de la millonaria fortuna de la familia Pujol que continúa oculta en Andorra y que tanto el ex presidente de la Generalitat como su mujer tuvieron gran responsabilidad en el manejo de ese dinero.