PLATERO Y YO

Platero es pequeño, peludo, suave, tan blando por fuera
que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los
espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos
escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto y se va al prado, y acaricia tibiamente con su
hocico, rozándolas apenas las florecillas rosas, celestes y
gualdas...
Lo llamo dulcemente: "Platero?" y viene a mi con un
trotecillo alegre que parece que se ríe en no sé qué
cascabeleo ideal ...
Come cuanto le doy. Le gustan naranjas, mandarinas, las uvas
moscateles, todas de ámbar, los higos morados, con su cristalina
gotita de miel ...
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña... pero fuerte
y seco como una piedra. Cuando paso sobre él, los domingos, por
las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos
de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
- Tiene acero ...
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.
Gracias a todos por estar ahí.
FELIZ AÑO 2019, QUE LA FUERZA NOS ACOMPAÑE SIEMPRE!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario