
Cuando en la lucha de la vida, llega uno a un punto en que ya no le es posible seguir adelante, y del pecho se escapa un suspiro, como ocurre en aquel famoso momento de la Sinfonía en Do Menor de Beethoven........
Hay que volver a uncir los caballos y llevar la lucha a su término:
"Quien nunca descansa,
quien con el corazón y la sangre
piensa en lograr lo imposible,
ese triunfa".

Y si uno aguarda a que llegue el momento adecuado, retornarán las circunstancias tranquilas y se alcanzará lo deseado.
Fotos: Deyanira Beltrame sierrasdeminas.ning.com
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