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viernes, 22 de marzo de 2013

LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS, Saint-Exupéry, El Principito

  TODO SE MUEVE  EN EL UNIVERSO, TODO VIBRA





La etimología de la palabra vibración  proviene del griego “energas”  que significa activo es decir que produce  movimiento. La palabra “aura” por su parte, procede de otra palabra griega, “aer” que quiere decir brisa. Si asociamos mentalmente ambas palabras, tendremos una  imagen mental del aspecto del  aura.   Se le llama aura a un conjunto de fuerzas electromagnéticas  de densidades variables que salen de los cuerpos físicos, vitales,  etéreos, emocionales, mentales y espirituales. Estas partículas de energía  permanecen en suspensión alrededor  de nuestro cuerpo en forma de cubierta oval, extendiéndose por encima de la cabeza y más allá de los pies, hundiéndose en el suelo.    La vibración del cuerpo puede ser captada,  Semyon D.  Kirlian un  ingeniero de origen ruso,   logró hacerla visible al ojo humano  mediante  una técnica para fotografiar objetos en presencia de un campo de alta frecuencia, alto voltaje y bajo amperaje. Dichas placas muestran emanaciones  multicolores  brillantes que  son el “aura” o “cuerpo biomagnético”. Actualmente, la cámara Kirlian es un valioso auxiliar de la medicina tradicional, ya que ayuda  en  el diagnóstico para tratar  diversos trastornos físicos y energéticos. Esto se debe  a que las imágenes obtenidas por dicha cámara muestran el estado físico, energético, psíquico y espiritual de la persona.  
 

Cuando una persona está sana,  su aura y su  cuerpo electromagnético también lo están,  no dejando entrar  así  las   bajas vibraciones. El 95% de los delincuentes  violentos son seres con desarreglos psicológicos  causados por defectos  en el aura humana o campo  electromagnético, las bajas vibraciones o  los bajos astrales han entrado en esa zona   y desde  allí le controlan y manipulan su voluntad sin que éste se dé cuenta.

El cuerpo astral está conectado  con el físico mediante el cordón de plata, esta conexión es similar a la del cordón umbilical que une  a la madre con el hijo.  Este  cordón infinitamente extensible y sin límites,  permite al ser humano viajar por  el astral. Por ejemplo, cuando estamos durmiendo el cuerpo astral flota al extremo del cordón de plata  como lo hace  una cometa remontada en el cielo.  Antes de despertar, el cuerpo físico  hace  el famoso tirón hacia abajo  del cuerpo astral,  que   quizás alguna  vez lo hayamos  vivido como  en una especie de  aterrizaje forzoso, abrimos los ojos y  la  consciencia se despierta.
Por otra parte, cuando morimos el cordón de plata se deshace naturalmente,  nuestro cuerpo astral estalla y se divide, por un lado va  la conciencia o alma  que trasciende a otros planos, por otro lado quedan las sub personalidades que todos tenemos, los deseos, pasiones, esperanzas, etc. La mayoría de estos  desaparecen y se convierten en polvo astral,  pero  algunos, los que  son más fuertes,  se cristalizan  bajo una conciencia escasa con el objetivo de alimentarse. Se quedan flotando por  el astral y puede que encuentren algún ser humano al que adherirse para seguir disfrutando de las actividades  inherentes a la vida  física.
 
 Debemos tener en cuenta  que  los pensamientos negativos bajan las vibraciones de nuestra energía  y  los  positivos la elevan. La energía que irradiamos, es decir  nuestra frecuencia vibratoria,   o  lo que es igual los pensamientos negativos o positivos, pueden  alternativamente  estar contribuyendo a que exista armonía  o no en nuestro entorno.  Hay diversas emociones que causan el descenso de las frecuencias vibratorias de la energía: la rabia, el miedo, el resentimiento, el escepticismo, el rol de víctima, etc. El Universo  al igual que nuestro cuerpo está formado de  energía, la hay  densa como la material y menos densa como la  astral  o espiritual. Todo en el universo es energía en diferentes estados, vibrando a una frecuencia determinada, aquello que vibra o resuena a poca frecuencia es más sólido, y aquello que vibra muy rápido,  con una frecuencia muy alta, es más "etéreo". Así como nuestro cuerpo físico es energía con ciertas características que ha tomado una  forma propia, nuestros pensamientos y sentimientos  libran una determinada frecuencia de  energía con la que se manifiestan   en el mundo exterior. Cada  pensamiento tiene su propio flujo  de  energía, y aunque  no podemos verlo  ni medirlo  físicamente con un aparato, éste  se disipa por el aire,  y  puede llegar  hasta donde su potencia se lo permite.  A mayor frecuencia vibratoria mayor será su  alcance.   Aquello que emitimos, somos, o pensamos, acaba siendo  un gran imán para todas  aquellas energías que resuenan con  la misma frecuencia.  Los encargados de  llevar y proyectar al exterior estas energías son  el cuerpo mental y el cuerpo emocional.  El cuerpo emocional llamado también cuerpo astral, es el portador de nuestros sentimientos, de nuestras emociones y de las cualidades de nuestro carácter, ocupando el mismo espacio que nuestro cuerpo físico.  En él se hallan almacenadas todas las emociones, sobre todo las no liberadas, las angustias y las agresiones conscientes y no conscientes, las sensaciones de soledad, rechazo y falta de autoconfianza. Así como también las emociones positivas de  amor,  alegría, felicidad, paz y  tranquilidad,  que son  emitidas  a través del aura en forma de  ondas imán hacia el  mundo exterior dejando entreveer de manera  inconsciente   cómo nos sentimos.

Los pensamientos e ideas, y los conocimientos racionales e intuitivos,  tanto los generados a nivel consciente como subconsciente, se encuentran  en  el cuerpo mental. Su vibración es mayor que la del cuerpo etéreo y la del cuerpo emocional, y su estructura es menos compacta. En este cuerpo mental encontramos también  los pensamientos positivos sobre nosotros mismos y nuestra percepción de la realidad,  así como todas las creencias limitadoras y pensamientos negativos que generamos.
 
Si en el entorno habitual  no logramos que nuestros pensamientos o emociones tengan resonancia es porque   debemos  buscar otros sitios y otras  personas  que tengan nuestro   mismo nivel de frecuencia. 

SE EL CAMBIO QUE QUIERES VER EN EL MUNDO POR PEQUEÑO QUE SEA

 
 
Por último, si el mundo que nos rodea no es más que la suma de millones de ondas electromagnéticas y  de energía en movimiento;  si lo  que  vemos y aceptamos como tal   no son más que las proyecciones energéticas del inconsciente colectivo, al cual  todos  estamos vinculados,   el ser humano no es sólo capaz de crear su propia realidad sino también lo más importante es que puede cambiar la realidad de todo el  mundo si se lo propone.
 El inconsciente colectivo es un conjunto de experiencias compartidas por  los individuos de  nuestra especie, es la herencia psíquica  con la  que todos nacemos, dicho  término fué   acuñado por la psicología analítica de Jung.  El hecho de que la hierba sea verde, la nieve blanca y fría, el fuego queme o el agua sea transparente es porque todos estamos de acuerdo en que eso es así, y así lo percibimos, estamos programados desde tiempos inmemorables para aceptar que para todo el mundo esas cosas tienen el mismo significado, y gracias a ello, podemos interactuar y  vivir juntos en algo que aparentemente es tangible y real para todos por igual, pero que en realidad, no son más que proyecciones holográficas aceptadas por todos.



 


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